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UN CARTILLAZO DEL NUEVO ESTILO

En los primeros días de junio de 2006, es decir a tres meses de recién asumido el gobierno, la Presidenta Bachelet les dio con un cartillazo a sus asesores directos y no tan directos, en un acto público realizado en La Moneda.

Esta vez, pasaron un poco más de cuatro meses de flamante gestión para que los colaboradores del Presidente Piñera recibieran también un cartillazo, claro que con características bastante distintas del anterior.

En aquella ocasión, desde Ministros hasta asesores de tercera y cuarta línea se reunieron en el Patio de los Naranjos con gran felicidad por la inesperada invitación de la Presidenta a un encuentro en que se fijarían líneas de trabajo. El hecho de ser tan considerados por la Jefa era motivo de agradables comentarios en la previa. Incluso en la ocasión se entrenaron trajes, zapatos relucientes y peinados ad hoc.

Los ojos comenzaron a agrandarse, las mejillas se tornaron cada vez más coloradas y los mechones cayeron sobre los ojos, cuando Bachelet lanzó su “Decálogo del Nuevo Estilo”, que fue recibido como un tirón de orejas para justos y pecadores. Perlitas y perlones -como "Necesito un gobierno que se anticipe a los problemas, no que reaccione ante ellos”; "Si a alguien le gusta la rutina, tengo que informarle que se equivocó de puesto, de tiempo y de actitud”; “Yo espero de ustedes que, antes que estalle algún conflicto, vayan a hacerles frente sin demora, buscando actuar cuando se está a tiempo de resolverlos de manera expedita"- cayeron como una bomba de colesterol para los funcionarios y como un verdadero manjar de los Dioses para los reporteros de La Copucha, que nunca siquiera imaginaron que, sin moverse del escritorio, se les premiaba con tan notición.

Posteriormente, cada vez que la Presidenta se reunía con sus Ministros, Subsecretarios y otros funcionarios, a raíz de algún tema complicado, los medios especularon con que se había producido un nuevo cartillazo.

Qué habrá pasado por la mente de los asesores de la Secretaría de Comunicaciones, a quienes se les sindicó como los autores de tal iniciativa, para este insólito reto masivo en público es una incógnita que aún no se ha revelado. Aunque sí permitió iniciar el mito del Director de la SECOM como el cuarto Ministro de La Moneda.

En esta ocasión también se ha sindicado a la Secretaría de Comunicaciones como autora de la minuta destinada a alinear a los directivos del Gobierno bajo un “Mensaje central”. Como reveló primero El Mercurio, el texto detalla los lineamientos comunicacionales que debieran inspirar la labor del Ejecutivo en adelante en tres grandes áreas: "enfatización de logros", "concreción de anuncios", "eje y lenguaje de la comunicación del gobierno".

Este último punto fue el que desató la polémica entre los ex colaboradores del gobierno de Bachelet que accedieron al documento, indica el decano, sobre todo por un extracto en el que se alude al lenguaje con que las autoridades del Ejecutivo deben referirse a los "adversarios".

Y es que junto con subrayar que "la reactivación económica", "el empleo" y la "reconstrucción" deben ser los conceptos centrales del discurso oficialista, el documento agrega que la tarea de difundir debe realizarse "sin dejar de recordar o mencionar a nuestros adversarios y nuestros inspiradores".

Para ello entrega un listado de los que, se señala, constituyen los principales "adversarios" del Gobierno, los que, además del "terremoto" y los "delincuentes y narcotraficantes", incluye "las irregularidades, los operadores políticos y la mala administración", "los que diseñaron e implementaron el Transantiago", y "la oposición, que negó US$ 1.000 millones a los damnificados", puntualizó el diario.

Según el medio que tuvo la primicia, la terminología desató rápidamente las críticas entre quienes participan de la red de ex funcionarios de Bachelet, los que hasta al cierre de la edición del matutino de este miércoles 28 intercambiaban mensajes vía correo para preparar una respuesta y salir a cuestionar el actuar de La Moneda.

Si en twitter el documento causó numerosos comentarios, estos se multiplicaron varias veces luego de que la Vocera de Gobierno salió a defender la minuta, asegurando que “en ninguna parte de este documento se hace una alusión a que la oposición es un adversario. En ninguna parte del documento”, dijo, por lo que pidió no hacer una “polémica artificial” sobre este tema como resaltó la Agencia UPI, que reprodujo a continuación palabra por palabra el texto, que El Mostrador se había encargado temprano de subir a la web.

Radio Bío Bío destacó que la Vocera, al hablar con la prensa sobre el punto controvertido, se notaba afectada por la situación. Y, claro, no es para menos, por cuanto la polémica surge luego de un par de días exitosos comunicacionalmente, a raíz de la cuidada puesta en escena de la postura presidencial acerca de los indultos.

Como señaló en un twitteo el ex Subsecretario de Telecomunicaciones, Pablo Bello, durante los cuatro años del Gobierno anterior nunca se vio un texto como el difundido ahora. Porque Von Bauer puede tener razón en que no hay nada de extraño en un documento de trabajo interno, como el que se filtró, que lo que busca es poner sobre relieve los logros del Gobierno y básicamente lo que hace es un resumen de los objetivos alcanzados por éste. Y ello se totalmente legítimo. De hecho, minutas con ese propósito hicieron todos los Gobiernos de la Concertación prácticamente a diario, pero nunca se conoció un texto proveniente de La Moneda en que se identificara a la Oposición como un adversario a enfrentar, y menos -por lo mismo- que se le pusiera al mismo nivel que los delincuentes y los narcotraficantes, como apuntó Paula Molina en Cooperativa.

O sea, esos parrafitos finales fueron hechos con el mismo tino que el discurso que se elaboró para que el Presidente deseara suerte a la Selección Nacional en su viaje a Sudáfrica y que motivó los consabidos desaires de Marcelo Bielsa. Y, por lo mismo, echó a perder todas las buenas intenciones que podría haber tenido en su génesis, convirtiéndose en un autocartillazo.

Por otro lado, más comentarios todavía surgieron en la red social cuando la UDI exigió a los ex Ministros de Bachelet dar a conocer quién les pasó el documento. O sea… Hay que decir, en todo caso, que el partido aliancista casi da en el clavo cuando apunta al tema de la filtración, pero se cae cuando intenta hacer de ello un punto contra la Oposición. La Moneda tiene efectivamente un problema serio en este ámbito, por cuanto se han publicado en los medios con grandes detalles desde las discusiones del Presidente con sus Ministros en un Consejo de Gabinete, hasta versiones de asesores que reclaman porque S.E. no los pesca y sus intentos por terminar con la informalidad en el trato de quienes se olvidan que el tuteo debió haber fallecido el mismo día en que “Sebastián” fue electo. El Gobierno tendrá que buscar ponerle coto a este asunto porque no puede ser que los propios cercanos revelen hechos que debieran permanecer en la confidencialidad.

Autor: Jorge Carrazco
Comunicador chileno