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El desgaste político de las instituciones de gobierno

Análisis del V Barómetro de Acceso a la Información

Por quinto año consecutivo se realizó la encuesta a periodistas de todos los medios de comunicación del país para conocer su percepción del nivel de acceso de la información pública en Chile. Este año más de 350 profesionales respondieron el estudio realizado por la Fundación de la Prensa junto a la Universidad Diego Portales y con el apoyo de Adimark.

El Barómetro de Acceso a la Información se ha convertido en un punto de referencia nacional al momento de hablar acerca de la transparencia de la información pública en Chile. Es un estudio riguroso que, desde la perspectiva de periodistas que se desempeñan profesionalmente en numerosos diarios, revistas, radios y televisión de todo el país, mide el nivel de acceso a la información general y particular de 38 instituciones u organismos públicos sobre la base de tres dimensiones: disposición, confiabilidad y precisión y entrega oportuna de la información.

Uno de los aspectos más interesantes del Barómetro es que permite comparar la evaluación de todas las instituciones a partir de la disposición en un mismo plano (Ver figura nº 1). En el caso particular de esta versión, el plano está formado por dos ejes, uno, “X”, que depende del ranking general, es decir, disposición, entrega oportuna y confiabilidad de la información, y el otro, “Y”, que determina el contacto que ha tenido la institución durante el último año. Con estas dos variables se calcula un promedio que divide el mapa en cuadrantes.

La teoría de este sistema consiste en que cada organismo o persona comienza situándose en el cuadrado inferior izquierdo porque no son conocidos y por lo mismo obtienen una mala calificación de aceptación social; con el tiempo, éstas se van haciendo conocidas, lo que las hace preocuparse por esta aceptación.

El mejor cuadrante es el superior derecho, ya que a pesar de ser instituciones muy conocidas, tienen una buena evaluación pública. Finalmente, estas mismas instituciones terminan cayendo debido a un desgaste natural. Esto es propio de organismos en conflicto, que son altamente conocidos, pero que ya no están preocupados de su evaluación por la ciudadanía.

LA MALA EVALUACIÓN DE LOS ORGANISMOS DE GOBIERNO

A primera vista lo primero que surge del análisis de esta matriz es que los organismos de carácter público (en verde) están evidentemente mejor evaluados que las propias instituciones de gobierno (en naranja) que se sitúan en su gran mayoría bajo el promedio. D

e especial relevancia es advertir que ministerios como la Secretaría General de Gobierno, la Secretaría General de la Presidencia y la misma Presidencia, que aparentemente son las más públicas en términos de su proximidad a los periodistas, se sitúen en el cuadrante que indica un bajo nivel de contacto.

“La lectura que corresponde acá es que los periodistas se aburrieron de la mala disposición, no entrega oportuna y baja confiabilidad de la información, y ya saben que en estos lugares no van a conseguir nada; por esto se cansaron de contactarlos y aparecen como poco requeridos”, comenta Roberto Izikson, Jefe de Estudios de Opinión Pública de Adimark.

Otro caso interesante es la evaluación de ministerios como Interior, Transportes y Telecomunicaciones, Educación y Salud. Coincide en que son todos organismos en conflicto, que de una u otra manera han estado en la agenda pública por diversos problemas durante este año. Estas áreas de gestión del gobierno aparecen en el peor cuadrante, ya que tienen un alto contacto por la cantidad de noticias que generan, pero se encuentran en un bajo lugar en el ranking general.

UN PREMIO AL ESFUERZO

Otro aspecto relevante que cabe destacar es la excelente evaluación de tres organismos públicos. Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público se escapan de todo el resto de las instituciones por su excelente evaluación. Estas tres son instituciones del día a día que tienen que ver con la seguridad pública de la ciudadanía, que es uno de los temas que más preocupa y, por tanto, que más aparece en los medios.

Esto explica el elevado contacto de las tres instituciones. Éstas han mostrado una gran preocupación por mantener un alto grado de aceptación en la sociedad. “El ministerio público lleva pocos años en funcionamiento y desde su partida se encargó de tener a buenos voceros dando siempre información, y en general tiene una muy buena relación con la prensa.

Carabineros y la PDI son instituciones que han realizado una serie de modernizaciones y reformas sobre todo en sus áreas de comunicación, y esto es muy importante a la hora de relacionarse con los periodistas”, subraya Izikson.

FUERTE CAÍDA DEL LEGISLATIVO

La teoría de los cuadrantes sostiene que un organismo pasa del cuadrante superior derecho al inferior derecho por el desgaste natural de las instituciones, las que entran en conflicto. A pesar de seguir siendo tan conocidas como antes, el nivel de contacto cae abruptamente. Este es el caso del Poder Legislativo. Tanto la Cámara de Diputados como el Senado bajaron notoriamente si se compara con la posición que ocupaban en el ranking del año 2007.

No cabe duda de que el deterioro político y el desgaste después de tres años de gobierno influyen en la evaluación. Esto está muy relacionado con las confianzas generadas en el sistema político. Y las cifras respaldan lo anterior, ya que fue precisamente en la dimensión de confiabilidad y precisión de la información donde ambas instituciones mostraron el descenso más notorio.

En el caso del Senado, éste bajó 12 puestos, mientras que la Cámara de Diputados cayó 14, situándose ambas entre las 15 peores instituciones en esta dimensión específica. Y si bien la baja en el ranking de las otras dos categorías de evaluación no fue tan significativa, también descendieron entre dos y cinco lugares cada una.

“Off The Record”, el principal problema

Además de medir percepciones frente a los organismos públicos, este estudio muestra las principales dificultades y los mecanismos más efectivos para tener acceso a la información en el trabajo periodístico. Estamos a pocos meses de la entrada en vigor de la ley 20.285, que busca transparentar la información y la gestión públicas, facilitando el acceso a numerosos antecedentes.

Aunque en el ámbito legal se ha progresado, el estudio demuestra que en la práctica persiste una de las principales trabas que enfrentan los periodistas al hacer su trabajo: el “off the record”. Un 30,9 por ciento de los encuestados asegura que frecuentemente se encuentra con esta dificultad.

Ese porcentaje aumentó entre el año pasado y este. Sin embargo, y a pesar de ser el principal problema a nivel nacional, la práctica parece estar concentrada en Santiago: el 40, 5 por ciento de los periodistas de la capital catalogaron al “off the record” como muy frecuente, en comparación con el 15,9 por ciento en regiones. En éstas la principal dificultad a la que se ven enfrentados los periodistas radica en “instrucciones a subalternos para que no hablen con la prensa”; allí el porcentaje incluso superan el nivel nacional.

Fuente: Revista ANP (Asociación Nacional de la Prensa)